A partir de la recolección documental de relatos y vivencias, desde FAN queremos repensar la relación entre mujeres, subjetividades y cuerpos feminizados, y la obra en construcción en clave feminista.
--INVESTIGACIÓN EN CONSTRUCCIÓN--
#cuerpos #hormigón
Siguiendo a Isabelle Stengers, entendemos la obra en construcción como una “ecología de prácticas”, donde saberes coexisten en su pluralidad y diferencia sin fundirse. Es una herramienta para el pensar situado y político más allá de lo establecido, en este caso por fuera del marco de acción heredado por pactos varoniles. A partir de preguntarnos acerca de cómo es “poner el cuerpo” en un ámbito laboral súper masculinizado como es la obra en construcción, nos propusimos recolectar experiencias documentales sobre la cotidianidad de la arquitecta en la obra.
Buscamos voces que se encuentren trabajando por fuera del canon de la arquitecta proyectista, ese canon que nos cae como un yunque a partir de nuestra formación académica tan orientada al proyecto. ¿Cómo nos prepara el conocimiento universitario si queremos zambullirnos en el universo de la construcción? Estamos entrevistando a arquitectas que trabajan para el Estado, empresas constructoras y estudios de distintas escalas.
Nuestra intención es recuperar y pensar las formas, asociaciones y estrategias que las feminidades inventan para hacerse respetar, escuchar y ser tratadas como pares por una opresiva mayoría masculina. La construcción como tal es una práctica masculinizada y tradicional en sus tecnologías y jerarquías. Nos preguntamos, también, ¿cómo la tradicionalidad del mundo de la construcción influye en las cuestiones de género? ¿Qué cuenta la construcción como práctica respecto del rol de la mujer allí en las obras, en donde vuela polvo, hay ruidos de metales chocando entre sí, hay chori, asado y músculos sudando?
******Como dice Audre Lorde, las herramientas de los maestros no pueden ser usadas para desmantelar la casa del maestro.******
Siguiendo a Isabelle Stengers, entendemos la obra en construcción como una “ecología de prácticas”, donde saberes coexisten en su pluralidad y diferencia sin fundirse. Es una herramienta para el pensar situado y político más allá de lo establecido, en este caso por fuera del marco de acción heredado por pactos varoniles. A partir de preguntarnos acerca de cómo es “poner el cuerpo” en un ámbito laboral súper masculinizado como es la obra en construcción, nos propusimos recolectar experiencias documentales sobre la cotidianidad de la arquitecta en la obra.
Buscamos voces que se encuentren trabajando por fuera del canon de la arquitecta proyectista, ese canon que nos cae como un yunque a partir de nuestra formación académica tan orientada al proyecto. ¿Cómo nos prepara el conocimiento universitario si queremos zambullirnos en el universo de la construcción? Estamos entrevistando a arquitectas que trabajan para el Estado, empresas constructoras y estudios de distintas escalas.
Nuestra intención es recuperar y pensar las formas, asociaciones y estrategias que las feminidades inventan para hacerse respetar, escuchar y ser tratadas como pares por una opresiva mayoría masculina. La construcción como tal es una práctica masculinizada y tradicional en sus tecnologías y jerarquías. Nos preguntamos, también, ¿cómo la tradicionalidad del mundo de la construcción influye en las cuestiones de género? ¿Qué cuenta la construcción como práctica respecto del rol de la mujer allí en las obras, en donde vuela polvo, hay ruidos de metales chocando entre sí, hay chori, asado y músculos sudando?
******Como dice Audre Lorde, las herramientas de los maestros no pueden ser usadas para desmantelar la casa del maestro.******